Set de Timple DigitalLa creación musical se sirve de cualquier elemento susceptible de convertir el sentimiento en expresión, usando medios que estén al alcance del creador: una caracola, un piano o un ordenador. Cuando la electricidad posibilitó la amplificación de la música, se produjo una revolución que modificó el binomio músico-público. Pero algunos fueron más allá, y usaron las posibilidades que brinda esta energía para modificar sonidos acústicos, en una simbiosis que utiliza la conversión de una señal acústica en una señal eléctrica y viceversa.

Nació así la música electro-acústica y, desde John Cage a Brian Eno, músicos e ingenieros abrieron una nueva línea de trabajo, con la invención de máquinas como el Sampler o el Yamaha DX7, así como la utilización de instrumentos tradicionales (piano, arpa, etc.), cuyos sonidos se procesan a través de diversos periféricos.

El timple ya tiene un hueco dentro de esta corriente. De la mano del músico Enrique Mateu, su proyecto Timple Digital viene a ser una apuesta por la apertura de caminos en la música hecha en Canarias. Mateu opta por un tratamiento que aparca el empeño del virtuosismo interpretativo como ejecutante, para usar el instrumento como un mediador en la búsqueda de ambientes evocadores y oníricos. Pertrechado con un timple de 6 cuerdas, un ordenador y un iPad, va creando a tiempo real sus paisajes sonoros, sorprendentes y únicos. El timple es la fuente de sonidos, pero cede su protagonismo para ser catalizador de otras estéticas.

En las últimas semanas ha llevado por diferentes espacios de las islas su propuesta, como la Casa-Museo del Timple de Lanzarote. Entre piezas de Simón Morales y el karma añejo de las paredes del Palacio Spínola, la tradición y la modernidad se dieron la mano en un feliz encuentro. Gracias al trabajo de gente como Mateu, el futuro es hoy.